viernes, 28 de mayo de 2010

Amaterasu y Susanowo



Amaterasu, la poderosa diosa del sol de Japón, es la deidad más conocida de la mitología japonesa


Sin embargo, su incontrolable hermano Susanowo, es igualmente infame y aparece en varios cuentos. Una historia dice del comportamiento imposible de Susanowo contra Izanagi. Izanagi, cansado de las quejas repetidas de Susanowo, lo desvaneció hacia Yomi.


Susanowo a regañadientes lo consintió pero tenía asuntos pendientes que atender primero. Él fue a Takamanohara (cielo) a despedirse de su hermana, Amaterasu. Amaterasu conocía que su imprevisible hermano no tenía ninguna buena intención en mente y se preparaba para la batalla. "¿Con qué propósito has venido aquí?" pregunto Amaterasu. "Para decir adiós," contestó Susanowo.


Pero ella no creyó sus palabras y solicitó una competencia para probar su buena fe. El desafío fue fijado en cuanto a quién produciría el niño divino más noble. Amaterasu hizo a tres mujeres de la espada de Susanowo, mientras que Susanowo hizo a cinco hombres de la cadena de ornamento de Amaterasu. Amaterasu otorgó el título a los cinco hombres hechos de sus pertenencias. Por lo tanto, atribuyeron a las tres mujeres a Susanowo.


Es suficiente con decir, que ambos dioses se declararon vencedores. La insistencia de Amatarasu en su demanda condujo Susanowo a campañas violentas que alcanzaron su clímax cuando él lanzó un potro medio desollado -un animal sagrado para Amaterasu- en la sala donde Amatarasu tejía, causando la muerte de uno de sus asistentes. Amaterasu huyó y se ocultó en la cueva llamada el Iwayado. Mientras que la encarnación del sol desapareció en la cueva, la oscuridad cubrió el mundo.


Todos los dioses y diosas en turno, trataron de convencer a Amaterasu para que saliese de la cueva, pero ella los rechazó a todos. Finalmente, el kami de la festividad, Ama no Uzume, tramó un plan. Ella colocó un gran espejo de bronce en un árbol, frente a la cueva de Amaterasu. Luego Uzume se arropó en flores y hojas y volcó una tina de baño, y comenzó a bailar sobre ella, percusionando la tina con sus pies. Finalmente, Uzume se deshizo de las hojas y flores y bailó desnuda. Todos los dioses masculinos rugieron de risa. Cuando ella se asomó después de su larga estancia en la oscuridad, un rayo de la luz llamado "amanecer" escapo y Amaterasu se deslumbró por su propia reflexión en el espejo.


El dios Ameno-Tajikarawo la expulso fuera de la cueva y ésta fue sellada con una cuerda sagrada shirukume. Rodeada por la festividad, la depresión de Amaterasu desapareció y ella accedió a regresar su luz al mundo. Desde entonces Uzume fue conocida como el kami del amanecer y también como la festividad.

sábado, 10 de abril de 2010

Sol, Luna y Viento

Izanagi se fue a purificar después de recuperarse de su descenso a Yomi. Mientras se desnudaba y removía los adornos de su cuerpo, cada artículo que el dejaba caer al suelo formó una deidad.

Incluso surgieron más dioses cuando él se sumergió en el agua para lavarse. Los más importantes fueron creados de su rostro una vez que este se lo lavo:

•Amaterasu (encarnación del sol) de su ojo izquierdo,
•Tsukuyomi (encarnación de la luna) de su ojo derecho, y
•Susanowo (encarnación del viento o de la tormenta) de su nariz

Izanagi se dispuso a dividir el mundo entre ellos con Amaterasu heredando los cielos, Tsukiyomi tomando el control de la noche y la luna y el dios tormenta Susanowo poseyendo los mares.

Yomi la tenebrosa tierra de los muertos



Izanagi se lamentó de la muerte de Izanami y emprendió un viaje a Yomi o "la tenebrosa tierra de los muertos".

Izanagi encontró muy poca diferencia entre Yomi y el mundo terrenal, excepto por la oscuridad eterna. Sin embargo, esta oscuridad sofocante fue suficiente para provocarle dolor en ausencia de la luz y la vida en la tierra de arriba.

Rápidamente busco a Izanami y la encontró.

En un principio Izanagi no pudo verla por completo debido a que las sombras ocultaban su apariencia. Sin embargo él le pidió a ella que regresara con él. Izanami le escupió, indicándole a Izanagi que ya era demasiado tarde.

Ella ya había probado el alimento del inframundo y ahora ya era una con la tierra de los muertos. Ella no podría regresar más a la vida.

Izanagi se quedó impactado por estas noticias, pero aun así renunció a ceder antes los deseos de Izanami de quedarse en la oscuridad de Yomi.

Izanami aceptó volver al mundo superior, pero antes le pidió a Izanagi que le dejara tiempo para dormir y que no entrara en su dormitorio.

Mientras que Izanami dormía, él tomó el peine que sostenía su largo cabello y lo encendió como una antorcha. Bajo la repentina explosión de luz, él vio la horrible forma de la una vez hermosa y agraciada Izanami.

Ahora ella era una forma de carne en descomposición con gusanos y criaturas asquerosas que se deslizaban sobre su cuerpo destrozado.

Gritando ruidosamente, Izanagi no tuvo control sobre su miedo y comenzó a correr, intentando volver a la vida y abandonando a su esposa muerta.

Izanami se despertó chillando indignada y lo persiguió.

Shikomes salvajes o las mujeres asquerosas también persiguieron al asustado Izanagi, guiadas por Izanami para atraparlo. Pensando rápidamente, Izanagi lanzó su gorro, el cual se convirtió en un racimo de uvas negras.

Las shikome tropezaron con éstas pero continuaron su búsqueda. Después, Izanagi lanzó su peine, que se convirtió en un grupo de brotes de bambú.

Ahora eran las criaturas de Yomi quienes comenzaron a perseguirlo, pero Izanagi orinó en un árbol, creando un gran río que aumentó su aplomo. Desafortunadamente, todavía persiguieron a Izanagi, forzándolo a lanzar melocotones sobre ellos. Él sabía que esto no los retrasaría por mucho tiempo, pero él ya estaba casi libre, porque los límites de Yomi ahora estaban más cerca.

Izanagi llegó rápidamente a la entrada y empujo un canto rodado en la boca de la caverna, la cual era la entrada a Yomi. Izanami gritó detrás de esta impenetrable barricada y le dijo a Izanagi que si él no la dejaba salir ella destruiría a 1.000 residentes vivos cada día. Él furiosamente le contestó que entonces el daría vida a 1.500.

Y de esta manera comenzó la existencia de la muerte, causada por las manos de la orgullosa Izanami, la esposa abandonada de Izanagi.

domingo, 4 de abril de 2010

Mito de la creacion:


Los primeros dioses convocaron dos criaturas divinas a la existencia, el macho Izanagi y la hembra Izanami, y les encargaron la creación de la primera tierra. Para ayudarles a realizar esto, se les dio a Izanagi e Izanami una lanza decorada con joyas, llamada Amenonuhoko (lanza de los cielos).

Entonces, las dos deidades fueron al puente entre el Cielo y la Tierra, Amenoukihashi (puente flotante de los cielos) y agitaron el océano con la lanza. Cuando las gotas de agua salada cayeron de la punta de la lanza, formaron la isla Onogoro (auto-formada).

Ellos descendieron del puente de los cielos e hicieron su casa en la isla. Ellos desearon unirse y así construyeron un pilar llamado Amenomihashira y alrededor de él levantaron un palacio llamado Yahirodono (la habitación cuya área es de 8 brazos). Izanagi e Izanami giraron alrededor del pilar en direcciones opuestas y cuando se encontraron, Izanami, la deidad femenina, habló primero con un saludo. Izanagi pensó que esta no era la manera apropiada, sin embargo se unieron de todos modos. Tuvieron dos hijos, Hiruko (infante del agua) y Awashima (isla de burbujas) pero fueron mal hechos y no se consideraron dioses.

Ellos pusieron a los niños en un bote y los embarcaron al mar, entonces les pidieron a los otros dioses una respuesta sobre lo que hicieron mal. Ellos respondieron que el dios masculino debió haber iniciado la conversación durante la ceremonia de unión. Así que Izanagi e Izanami se dirigieron alrededor del pilar una vez más, y esta vez, cuando se encontraron, Izanagi habló primero y su matrimonio fue entonces exitoso.

De esta unión nacieron el ohoyashima, o las ocho grandes islas de la cadena japonesa:

Awazi
Iyo (posteriormente Shikoku)
Ogi
Tsukusi (posteriormente Kyushu)
Iki
Tsusima
Sado
Yamato (posteriormente Honshu)
Nótese que Hokkaidō, Chishima, y Okinawa no fueron parte de Japón en los tiempos antiguos.

Ellos crearon seis islas más y muchas deidades. Sin embargo, Izanami murió al dar a luz al infante Kagutsuchi (encarnación del fuego) o Ho-Masubi (causante del fuego). Ella fue enterrada en el “Monte Hiba”, en la frontera de las viejas provincias de Izumo y Hōki, cerca de Yasugi en la Prefectura de Shimane. Sumido en cólera, Izanagi mató a Kagutsuchi. Su muerte también creó docenas de deidades.

Los dioses nacidos de Izanagi e Izanami son simbólicos sobre aspectos importantes de la naturaleza y la cultura, pero ellos son muchos para ser mencionados aquí. El hecho que de que era necesario para la deidad masculina Izanagi tomar la posición inicial mientras que la deidad femenina Izanami tuvo que estar en segundo lugar ha conducido a una falsa opinión sobre que esto es una discriminación implicada en contra del género femenino.

Origen mitologia Japon


La mitología japonesa es un sistema extremadamente complejo de creencias. El panteón Shinto por sí solo se compone de una colección de más de 8.000.000 de kami ("dioses" o "espíritus" en japonés). A pesar de la influencia de la civilización china antigua, una parte muy importante de la religión y mitología japonesa son únicas. Contiene tradiciones Shinto y budistas así como creencias populares agrícolas. Por otra parte, a diferencia de la mitología griega, nórdica y egipcia, es relativamente difícil distinguir cuál es verdaderamente un "mito" para los japoneses.

Los mitos japoneses convencionales se basan en el Kojiki, en el Nihonshoki y algunos libros complementarios. El Kojiki que literalmente significa "registro de cosas antiguas" es el libro más viejo reconocido sobre mitos, leyendas, y la historia de Japón y el Nihonshoki es el segundo más antiguo. El Shintoshu explica orígenes de deidades japonesas desde una perspectiva budista mientras que el Hotsuma Tsutae registra una versión diferente sobre la mitología.

Un resultado notable de la mitología japonesa es que explica el origen de la familia imperial, y les representa como descendencia divina. La palabra japonesa para Emperador en Japón, tennō (天皇), significa el "rey celeste" (el carácter 天 significa "cielo").